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Edad Moderna

Hacia 1582 el término municipal contiene las dos Vila-seca, el término de la Pineda y constituyen un territorio importante ligado al puerto de Salou, enclave marítimo que, entre otras funciones, garantizaba el arzobispado el fácil control de la zona. 

 

Durante el s. XVI y hasta bien entrado el s. XVIII, la villa de Vila-seca sufre constantes y numerosos desembarcos de piratas que atacan la población de manera muy violenta. Es a raíz de estos ataques que la villa se protege con dos filas de murallas y con numerosas torres de vigilancia y defensa distribuidas por todo el término. Algunas de las torres construidas en esta época son la de Virgili, la del Mas de los Carboners y la d'En Dolça (las tres en buen estado a día de hoy). A mitad del s. XVI, debido a estas frecuentes incursiones de la piratería, los habitantes de Barenys fueron definitivamente trasladados a Vila-seca.

Edad Contemporánea

El s. XVII con la Guerra dels Segadors y los comienzos del s. XVIII con la Guerra de Sucesión, fue un período de transición, pero lleno de episodios trágicos para la vida social de la villa que fueron ocasionados por estos dos conflictos.

Es después de la Guerra de Sucesión, y en el transcurso del s. XVIII cuando se produce un cambio en la economía catalana. Durante este tiempo Vila-seca especializó su agricultura y los cultivos pasan a ser mayoritariamente de regadío, se cultiva sobre todo la viña, además de almendros, avellanos, algarrobos y se aprovechan los terrenos inundables para cultivar arroz. Los vila-secanos cultivaron nuevos terrenos para obtener mejores rendimientos en sus cosechas, ya que la proximidad al principal centro transformador y comercializador de aguardiente, Reus, y el puerto local de Salou, como principal puerto comercial de la zona, facilitaban una revalorización adicional de la producción. Este buen momento provoca en Vila-seca un estallido demográfico entre los años 1718 y 1787, provocando un incremento de población del 465%. La villa experimenta un crecimiento urbanístico importante, y ya que el núcleo amurallado no es suficiente, se empiezan a edificar los arrabales.

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La prosperidad del s. XVIII se terminó cuando, con la ayuda del Gobierno, el puerto de Tarragona sustrajo el tráfico marítimo al de Salou hacia mediados del s. XIX.

En 1833, con la nueva organización territorial en provincias, se realizó la división de los términos municipales de donde surgió Vila-seca, origen de los actuales municipios de Vila-seca y Salou.

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